La alianza entre ACNUR, la Agencia de la ONU para los Refugiados, y la Universidad Politécnica Particular de Loja (UTPL) permitió la certificación por competencias laborales de 294 personas refugiadas y migrantes residentes en Ecuador.
La certificación por competencia laboral es un instrumento que busca reconocer los conocimientos y habilidades de las personas para ejercer una determinada ocupación, independientemente de si cuentan con un título profesional, con el objetivo de que puedan mejorar sus posibilidades de encontrar un trabajo formal, estable y seguro.
Las pruebas de certificación fueron realizadas por la UTPL, reconocida por el Estado como Organismo Evaluador de la Conformidad para la Certificación de Personas. El proceso inició, en forma presencial y bajo todos los protocolos de bioseguridad, el 27 de noviembre de 2020 en las instalaciones de la UTPL en Quito, Guayaquil, Cuenca, Loja y Manta, y finalizó el 9 de enero de 2021.
Estas certificaciones facilitan el acceso a empleo formal y generación de medios de vida de las personas refugiadas y migrantes en el país, quienes suelen encontrar obstáculos para encontrar empleo, a pesar de contar con múltiples habilidades que pueden aportar a la economía de su país de acogida.
“Cuando las personas se ven obligadas a huir de sus países, no tienen tiempo de llevar consigo cartas de referencia, certificados laborales y títulos académicos. Con esta herramienta tendrán más oportunidades de contribuir con sus conocimientos a las comunidades que las acogen”, dijo Giovanni Bassu, Representante del ACNUR en Ecuador.
Junto a @utpl, certificamos las competencias laborales de 2⃣9⃣4⃣ personas refugiadas y migrantes para que puedan tener mejores oportunidades de acceder a un empleo estable y seguro en Ecuador🇪🇨.
👩🏽💻Mary es una de ellas. Escucha su testimonio👇🏽#VocesRefugiadas pic.twitter.com/ybz9D16flm
— ACNUR Ecuador (@ACNUREcuador) March 10, 2021
Los cinco perfiles por competencias laborales seleccionados para el proceso de certificación fueron: ofimática (258 personas certificadas), gestión especializada en ventas (9 personas), desarrollo de aplicaciones con tecnologías web (14 personas), prevención de riesgos laborales: construcción y obras públicas (4 personas), y prevención de riesgos laborales: energía eléctrica (9 personas).
Según un estudio del Banco Mundial realizado en 2020, los refugiados y migrantes venezolanos en Ecuador, son en su mayoría jóvenes y con un alto nivel educativo. Estos pueden contribuir a la economía del país con hasta un 2 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) al tener acceso a empleos acordes a su formación.
Además, un estudio de octubre de 2020 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) revela que las personas refugiadas y migrantes, con una edad promedio de 36 años, constituyen una fuerza laboral con experiencia de más de diez años y habilidades ganadas de las que pudiera beneficiarse el tejido empresarial en Ecuador.
Empresas con Personas Refugiadas identifica y visibiliza el gran aporte que las empresas pueden hacer a la inclusión económica y social de las personas refugiadas en Ecuador, y los beneficios que reciben al promover la diversidad.
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